domingo, 31 de enero de 2010

Un año de blog

Tal como hace un año, sólo que hoy es domingo, la mañana amaneció fría y ya luce el sol. Hace un día precioso después de una noche de rayos, truenos, lluvia y Luna llena.

 Y hoy hace un año que comencé este blog, un año compartiendo lo cotidiano.


            Gracias a todos los que me han acompañado.
A por otro año más, vamos a ello...

viernes, 29 de enero de 2010

Caín y Abel


                       ¿ Acaso soy yo la guardiana de mi hermano?


Se me erizan las meninges de pensar lo que puede planear contra primos ,tíos, sobrinos y demás familiares políticos.

lunes, 25 de enero de 2010

Cambalaches II

...igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida...

Haikus

Espero cenar
¿ Quién pone la mesa ?
Mantel granate.

( Es mío , jajaja)

Occidentales ociosos  destrozan culturas milenarias. Ahí queda eso.

Si no quieres caldo...

Es como un castigo divino, aprobé  pre-tecnología y su sección de costura gracias a las puntadas de mi madre, siempre tengo que pedir ayuda para enhebrar una aguja, sufrí con mi hija sus labores escolares, y no sé por qué cada vez que intento hojear blogs usando el enlace de la barra superior me lleva sin parar a ; " Ana y el punto ", " Mis labores y yo ",  " Mi cuarto de costura ", " Ojales perfectos "... ¡ Que no quiero coser !

El ahorcado

P  S O  E

Jugando contra nosotros mismos.

Nuevos gentilicios by Jorge y Sergio López ( mis caimanes)

Danecios :  ¿ daneses tontos ?
Belgicanos : ¿  belgas de pelo cano?


Continuará...

miércoles, 20 de enero de 2010

Adjunte copia en 3D y no olvide enviar las gafas.


Cada día admiro más a los escritores, noveles( aunque a estos más, lo tienen más dificil) o no, que presentan sus obras a cualquier premio o concurso literario. Y no sólo por su talento, por sus obras, sino por su paciencia  y arduo trabajo a la hora de hacerlo.

Antaño se necesitaba:
Una mente creadora
Pluma o lápiz
Papel o cualquier material que soportara la escritura.
Tiempo.
El escritor se ponía manos a la obra y a base de papel y lápiz creaba  una obra, si podía permitirselo contrataba un escribiente que le ayudaba en la tarea  para su posterior presentación. Ese original era el que paseaba de una editorial a otra hasta conseguir su publicación, era tratado con respeto, y si no se publicaba era devuelto a su autor. Y vuelta a empezar.

En la actualidad se necesita:
Una mente creadora. ( De momento no piden dos cabezas, pero todo se andará).
Un ordenador . ( Si es portatil te facilita la tarea)
Impresora
Mucho papel.
Disquet o en su defecto " pendraiv ".
Mucho tiempo, más paciencia.
Dinero.
El escritor debe comprarse un pc o acudir a un ciberespacio previo pago para la utilización del mismo. Si además puede comprarse un portatil, mejor que mejor, eso sí, debe llevarlo consigo siempre, o realizar doble trabajo de escribiente si en algún momento le asaltara la inspiración. Siempre se pueden aprovechar las servilletas del bar del desayuno( que por cierto, cada día son más pequeñas) y ya se pasará luego.
A estas alturas andarás  preguntándote a qué viene esto, pues bien:
Busca las bases de cualquier concurso a premio literario, da igual que te presentes ; al certamen de narrativa corta de tu ciudad, que al premio Bruguera de novela , al mismísimo premio Planeta, o cualquier otro.

Apunta , apunta, esto es lo que tienes que hacer:
Una extensión mínima de 150 o 200 páginas.
 Tamaño DIN A4.
 Mecanografiadas a doble espacio por una sola cara.( Ya lo sabe usted, Don Miguel de Cervantes Saavedra, doble espacio y por una sola cara)
Deberás enviarlo por duplicado y correo certificado. ( ¿ Lo ha leído Don Miguel ? Duplicado para empezar).
Algunos piden por triplicado.( El conserje también tiene derecho a una copia )
Deberás adjuntar un sobre en el que figuren: Nombre , apellidos, seudónimo, domicilio.( leer cuando debe ir cerrado y cuando no).
Declaración jurada de que es tuyo.
Otra declaración de que es tuyo y de nadie más, y de que no lo has presentado a otros.
Adjuntar en disquet o "pendraiv".
Incluso algunos te piden envío por correo electrónico . ( ¿Cuántos megas son esos? )
No se devolverán aquellos que no son publicados ( para eso tienes impresora y puedes hacer más), es más, serán destruidos.( De momento no te piden que los destruyas tú, algo es algo).
Si te lo publican, enhorabuena. Si no, ya puedes empezar a imprimir de nuevo. Y vuelta a empezar.

Y luego nos quejamos de que los autores ya no son tan prolíficos, ¡ si es que no tienen tiempo !.
Suerte a todos aquellos valientes que concurren a un certamen literario, ah, y no pierdan el acuse de recibo del certificado de correos, único documento que da fe al envío.

¡Que haces leyendo esto !, se te pasará el plazo.

Nota: Imagen tomada de la red.

domingo, 17 de enero de 2010

¿ Nunca les conté...

...lo de mi enagua y el futbolín?.
En su blog  Un país en la Luna , Natacha, en su última entrada que titula " Haciendo el ridículo " , siguiendo su linea nos plantea una situación y nos invita a contarla. En este caso la cuestión es:
Cuántas veces en tu vida pensaste... " Tierra, trágame ". ¿ Nos la cuentas ?.

Como la vez que quería contarle me pareció era muy larga para un comentario, he decidido contársela aquí , con una entrada en mi blog. Así que esta historia es para tu blog , Natacha, con tu permiso.

Más de una vez lo he pensado en distintas situaciones, pero hubo una en la que no sólo lo pensé, sino que la Tierra me habría hecho un gran favor tragándome. Pero por mucho que lo deseé no se abrió bajo mis pies.
Andaba yo estudiando Bachiller  y me había comprado una falda blanca monísima , pero que a juicio de mi madre era un tanto transparente. Y no lo era, sólo era blanca de un algodón muy fino.
- ¿ Pero, y si te da el sol ?.
- Que no mamá, que no se verá nada.
- Que sí.
- Que no.
Las madres tienen solución para casi todo y además suelen terminar imponiendo su criterio, así que terminé cediendo y debajo de mi preciosa falda me puse una enagua, que además tendría que llevar con orgullo pues pertenecía a mi abuela. Tengo que reconocer que era muy bonita; blanca , con una flor bordada en un lado y terminada en un encaje divino. Pero era una enagua, y yo una adolescente.

En la calle principal que daba acceso al instituto había una sala de recreativos a la que nosotros llamábamos
" el vicio de Manolo ", era un lugar de encuentro a la hora del recreo y de mucho encuentro para todos aquellos que se fugaban de clase. Aunque allí acudían chicas y chicos, ellos eran mayoría en el local  y las chicas eramos mayoría pasando por delante de la puerta. Es que nos cogía de paso ( de paso a ningún lugar), no es que pasaramos para que nos miraran o para mirar.
Manolo era su dueño, y siempre estaba en la puerta, era el que más miraba.
Por supuesto aquel día Manolo también estaba en la puerta, y el local estaba lleno, allí se jugaba al billar, a los dardos, pero mayoritariamente al futbolín. Y allí estaba el chico que me gustaba, entonces, estaba claro que me cogía de paso. No sé como se casó conmigo después de aquello.
La calle era larga y la puerta del local tenía el ancho de una puerta de garaje ( lo había sido en origen), pudo haber ocurrido en cualquier tramo de la calle, pero claro, dicen que el destino ya está marcado, así que ocurrió justo delante de la puerta de los recreativos.
Yo empecé a andar la calle despacio, con mi falda blanca, haciéndome la que pasaba por allí porque me cogía de paso, y justo al llegar  a la puerta, Zas, el elástico de la enagua ( que nadie revisó) se rompió y esta cayó de debajo de mi falda rodeando mis pies sobre la acera.
Decenas de pares de ojos me miraban y allí estaba yo, con mi preciosa falda blanca y una enagua en el suelo.
- Tierra, trágame. Que me tragues te digo.
Con el sonido de las primeras risas me llegó el impulso para dignamente recoger mi enagua y seguir caminando sin quitar la mirada del frente.
Creo que durante ese curso no volví a pasar ni un solo día por delante del vicio de Manolo, incluso creo que estuve indispuesta unos días y no pude acudir a clase.
 Y lo peor es, que mi madre siempre creyó que yo había roto el elástico como excusa para quitarme la enagua.

viernes, 15 de enero de 2010

Haití

Cruz Roja Española , o elige tu opción pero no dejes de hacerlo.

viernes, 8 de enero de 2010

Isabel y los cubiertos



Todo le sabía a poco, incluso después de estar saciada sus papilas gustativas seguían buscando algún sabor. Sentía la necesidad de masticar , de saborear, incluso de oler todo aquello que podía tragar.
Tan sólo unos momentos antes había abandonado aquella cafetería en la que merendó una taza de café con leche y dos trozos de tarta de manzana, y ahora que iba de camino a casa, no podía alejar de su mente la imagen de aquella sopa de marisco que su madre preparó para el almuerzo, hasta era posible que aún quedara un poco de pastel de carne, eso, si no llegó antes alguno de sus hermanos.
Aún le quedaba casi media hora de trayecto para llegar a casa, era martes, y su hermano Marcos los martes llegaba siempre antes que ella, tal vez si llamaba podría pedir que le guardaran una pequeña ración.

Aparcó el coche en el garaje y entró, estaba de suerte, Marcos  no había llegado y no oyó a su madre trasteando en el cuarto de planchar. Saludó de lejos y no hubo respuesta. Se lavó las manos, colgó el abrigo y empezó a prepararse la comida.
Puso a calentar un plato de sopa en el microondas mientras troceaba el pastel de carne , lo comería frío como tanto le gustaba. Llevó los platos a la mesa, cogió una servilleta y fue a por los cubiertos.
El cajón de los cubiertos estaba vacío. Miró la sopa, se le enfriaría.  Tal vez aguantara un poco más, seguiría buscando.
De nuevo ante el cajón de los cubiertos no daba crédito a lo que veía, ni una sola cuchara, ni un tenedor, no había cuchillos. Miró en el fregadero, nada. Rebuzcó en cada cajón , abrió los armarios y cuando ya no pudo más gritó ; -¿ dónde están los cubiertos ?.
Volvió la mirada hacía la mesa, la sopa ya estaría fría. Y deseaba comer aquel pastel.
Todo parecía una burla, le habían escondido los cubiertos, siempre estaban bromeando con que su apetito no era otra cosa que gula, no entendían que simplemente le gustaba disfrutar de la comida. Intentó calmarse. ¿ Y por qué no había llegado Marcos, normalmente lo hacía a esta hora?.
Sólo podía ser una broma, sabían que igual que le gustaba comer no soportaba tocar la comida con las manos. Estaba harta, lo suyo no era gula, sólo era una amante de la buena comida.
No se saldrían con la suya, cogería su abrigo y bajaría al bar de la esquina para pedir prestados unos cubiertos. No se reirían de ella.

- Isabel, Isabel.
No había terminado de ponerse el abrigo cuando oyó como su madre la llamaba, se volvió sorprendida.
-Isabel, Isabel hija, despierta, debes estar muy cansada, te has quedado dormida en el sofá. Ya tienes la comida en la mesa. No tardes o se enfriará.
Abrió los ojos y se sintió bañada en sudor. Se levantó y caminó hasta el cajón de los cubiertos. Allí estaban, como sonriendo. Pensó que ya era hora de aceptarse a si misma. Se sentó en la mesa y devoró la comida que su madre le había preparado.
- Quiero repetir, dijo mirando fijamente a su madre.
- ¿ Sabes cómo se llama eso , hija ?
- Sí mamá, gula.

Nota: la imagen pertenece a la página del diseñador  Seongyong Lee .

domingo, 3 de enero de 2010

Recuerdos: ¿ A qué huele enero ?


 A nardos


" Llévelos y si se decide no me moveré de aquí, luego si alguien se los pide nunca se le olvide que yo se los di " , este pasacalle de Las Leandras era una de las tantas melodías de zarzuela que se podían escuchar en casa a cualquier hora durante mi infancia y mi adolescencia, era el gusto musical de mi abuela materna, que al final terminó gustando a todos.
Desde aquello, los nardos  - no sé si embrujada porque no costaran dinero y podían enamorar o embriagada por aquel aroma que llenaba toda la casa -han sido mis flores preferidas.
La primera vez que mi marido siendo novios me preguntó:
-¿ Qué flores te gustan ?.
- Los nardos - respondí sin dudar.
Pero andábamos por julio fecha de mi cumpleaños  y hasta diciembre no habría nardos, él no lo sabía  y como andaba con aquellas primeras cosas del amor se recorrió todas las floristerías de la ciudad.
- ¿ Y la segunda que más te gusta ?
- Las fresias.
- ¿ Y no te podrías apañar con unas preciosas rosas rojas ?.(Sé que hay una foto por ahí, la buscaré)

Pero llegó el invierno y con él los nardos.
Ese año tuve dos ramos, el de mi madre y el suyo.Y así ha sido siempre hasta ahora.
Mi madre fiel a su cita llega con ellos cada 31 de diciembre y así el 1 de enero ya amanecen en una jarra de agua que es donde me gusta colocarlos.



...si es que quiere a una mujer, nardos no cuestan dinero y son lo primero para convencer.

Enero huele a nardos.
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